Aquí está lo último que ha pasado en Jordania en relación al asalto a los barcos. El miércoles por la noche se celebró un acto público en el local de la Unión de Trabajadores con los jordanos que iban en los barcos y que el mismo miércoles por la mañana fueron expulsados a tierras jordanas. En una sala abarrotada de público, los alrededor de 25 integrantes de la flotilla explicaron qué es lo que sucedió en los barcos y sus experiencias a bordo de los mismos.
Al grito de “Alá es el más grande” y con otras consignas del estilo, cerca de 1.000 personas de las distintas asociaciones pro-palestinas y emigrantes palestinos afincados en Ammán recibieron a los detenidos jordanos como héroes. Niños, mujeres y hombres de todas las edades alzaban banderas pidiendo el desbloqueo en la franja de Gaza y criticando a Israel.
Los jordanos que habían llegado ese mismo día por la mañana explicaron cómo se produjo el ataque del ejército israelí, declaraciones que coincidieron mucho con las hechas por los activistas españoles que también fueron detenidos. Tras un acto de una hora aproximadamente, donde hablaron 6 personas, el público se abalanzó hacia los detenidos, agradeciéndoles su valor y su esfuerzo.
El jueves por la mañana se celebró otro acto en las puertas de la embajada turca en Jordania, situada en el barrio de Jebel Ammán. Por lo que nos han contado, no hubo mucha gente en esta concentración, pero sí que estuvo presente el embajador turco en el país.
El viernes, día festivo en este país, estaba programada una gran manifestación que iba a recorrer las calles de la ciudad. Se había convocado en la puerta de la mezquita Al Hussein, situada en el centro de la ciudad, después del rezo de mediodía, que es el más multitudinario de todos. Esta marcha, que se pensaba que iba a reunir a mucha gente, fue cancelada a última hora, según nos dijeron, por orden del gobierno.
Al rezo acudió mucha gente, tanta que muchos de los presentes tuvieron que rezar en la calle y en la carretera ante la falta de espacio dentro de la mezquita. Los alrededores se encontraban llenos de cámaras de televisión y fotógrafos, policías y demás, pero al final nada ocurrió. Cuando acabó el rezo todo el mundo se retiró. Hoy hemos leído que seis malayos que iban en el último barco en ser capturado iban a ser hoy expulsados de Israel vía Jordania, pero no sabemos de ningún acto preparado en la ciudad. Parece ser que todo vuelve a la normalidad. Visto y no visto.