El “Tauyihi”, que suena a plato chino, es el nombre del examen que los estudiantes de Jordania tienen que hacer antes de entrar en la universidad, lo que para la gente de mi generación venía a ser la Selectividad.
Pues bien, se ve que para los pobres jordanos en edad escolar esto supone un auténtico quebradero de cabeza. Del resultado de este examen depende en gran medida su entrada en la universidad y su futuro, razón por la cual los pobres chavales se estresan hasta niveles dignos de bróker de bolsa neoyorkina.
Tanto es así, que el Gobierno de la nación hasta realiza campañas informativas en televisión en las que se dan consejos a los alumnos sobre cómo prepararse el examen y no morir en el intento. Pero la cosa no queda ahí, sino que también se emiten anuncios en los que se recomienda a las familias que tienen un hijo/a preparando el dichoso Tauyihi de cómo comportarse con ellos, qué facilidades deben darles, cómo animarles y apoyarles, cómo crear un buen ambiente de estudio en el hogar y demás. El Estado vela por ellos.
Este año, hará cosa de tres semanas, el Ministerio de Educación emitió los resultados de la prueba. Fue un viernes por la mañana (día festivo en Jordania) cuando éstos fueron publicados. Los que sacaron buenas notas corrieron a la calle a celebrarlo, y todo Ammán se llenó de coches llenos de jóvenes que hacían sonar el claxon, madres orgullosas que comentaban con otras no tan afortunadas que su hijo podía ser médico o ingeniero y hasta con algún grupillo de chavales que bailaban por las calles y tiraban petardos.
Pues bien, a la hora de comer, en las pantallas de los informativos jordanos se anunció que, debido a un error informático, los resultados que se habían emitido esa misma mañana no eran correctos. La decepción y la mala leche se apoderó de los amanitas, que veían cómo el sistema les privaba de aquello que horas antes estaban celebrando.
La cosa es que este error ha sido la leche de grande, y el ministerio tardó dos largas semanas en volver a publicar los resultados, esta vez correctos. Durante este tiempo, los estudiantes se han agolpado a las puertas del Ministerio de Educación, se habló del cese del ministro y una parte importante de la población ha sufrido de insomnio ante la falta de información sobre su futuro.
Finalmente se publicaron los resultados válidos, y ya cada uno sabe a qué atenerse. Mientras que algunos se quejan de tongo, otros tan contentos. Y es que tiene que ser muy jodido verte de médico un día y al otro pensar que solo pisarás el hospital si caes enfermo.
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