Ayer noche estuvimos en una cena-fiesta en casa de un amigo español en Ammán. Todos los asistentes eran extranjeros (entre ellos muchos españoles) y la gran mayoría trabajan en organizaciones como la ONU, la UNRWA, la UNESCO y otras por el estilo. Todos ellos jóvenes, con buenos currículum, que dominan más de tres lenguas y demás. Nada que objetar.
Eso sí, siempre que estamos con gente de este mundillo –algo que pasa con mucha frecuencia, ya que Ammán está plagada de organizaciones de este tipo y sus correspondientes trabajadores-, sale a relucir el tema del dinero: lo que cobran, lo que gastan, cómo derrochan cantidades ingentes en proyectos que no van a ningún sitio, etc.
Creo que a nadie se le escapa que estas organizaciones, que mueven miles de millones, tienen un punto oscuro (o mejor dicho, un agujero) que traga dinero de manera pantagruélica y que hace oscurecer la buena labor que en ocasiones puedan desarrollar en ciertos lugares.
Que un hombre, por muy jefe que sea, cobre 12.000 dólares al mes en un país donde el sueldo medio anda por los 300 es inmoral. Más aún si forma parte de una organización como la ONU que se supone que está aquí para paliar la pobreza y la desigualdad y ayudar a los que lo necesitan (con un dinero que, por cierto, viene de nuestros gobiernos, lo que equivale a decir que viene de nuestros bolsillos).
El caso es que si estas personas, millonarias, cuya “empresa” les paga aparte de éste exorbitante sueldo la casa (que no suelen ser precisamente modestas), coche, dietas y demás, solucionaran los problemas de verdad, pues a lo mejor podíamos pensar que es un dinero bien invertido. Pero no hay más que ver cómo está la situación y cuánto tiempo lleva así para darse cuenta de que no es el caso.
Que se gasten 100.000 dólares en un taller de fin de semana es asqueroso. Hotel de cinco estrellas (sale a más de 300 euros la noche por persona) a orillas del Mar Muerto y con excursiones planeadas para el día. ¿Será que no hay otro sitio más barato dónde poder organizarla? Aparte, dietas para los asistentes (algunos de los cuales residían en Ammán, que está a una media hora en coche, pero que pasaron la noche allí), comida gourmet, etc. A todo trapo, no vaya a ser que no se concentren bien.
En fin, que uno de los presentes, que previamente había trabajado en la Comisión Europea, aún nos dijo que en Europa es mucho peor, y que en comparación con lo que estábamos hablando, los gastos en Europa comparados con los de esta gente eran pecata minuta (solo los días de vacaciones que tienen ya asustaban).
Esta es la gente que arregla el mundo. En breve hay una reunión de alto nivel de la ONU en Río. Pues bien, lo que más preocupaba a uno de estos jefazos sobre dicho meeting es a cuánto quedaba Copacabana de Río. Seguro que dejan algún tema sin solucionar, no vaya a ser que se acabe el chollo…
Hola chicos! Que soy el de Gijón que en realidad soy de Las Palmas, que nos conocimos en la carrera del Dead2Red y que acabamos de ver el artículo en Aruedas. Que muchas gracias, que cómo andáis y a ver si nos vemos. A ver si luego leo vuestros post, seguro que conocemos a los de la cena... Besos, Carlos.
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