domingo, 26 de julio de 2009

Desde Jordania con amor



¡¡Ya estamos en Ammán!! Bueno, en realidad ya llevamos aquí cuatro días, pero hoy ha sido el primero en el que hemos gozado de un poco de tranquilidad, que llevamos un movimiento que ni la Ruta del Bakalao…

El caso es que mañana (bueno, hoy, que esto lo estoy escribiendo ayer) empezamos a dar las clases a los pobres chavales que se han aventurado a estudiar la gloriosa lengua de Chiquito, Pozi y “la mierda de la Sole!”. La verdad es que estamos con ganas, pero un poco acojonaos, pero bueno, siempre hay una primera vez no?
Pues eso, que cada de uno de nosotros va a tener a su cargo a unos 14 jordanos tres horas al día, cinco días a la semana durante un mes, esperemos saber enseñarles y hacer que se lo pasen bien.

Desde que llegamos, solo hemos estado en el instituto aprendiendo a enseñar y buscando piso en esta marrón ciudad, cosa que hemos logrado hoy después de que las gentes que pueblan estas tierras nos dieran otra lección de amabilidad y solidaridad desinteresada de las que aquí acostumbran, y eso que los jordanos, comparados con los sirios, ni chicha ni limoná!

Después de mirar pisos en internet durante toda la mañana, experiencia que puede calificarse como de frustrante, optamos por el método “made in Oriente Medio”, oseasé, ir a las tiendas del barrio y preguntar.

En la primera de ellas, un chaval bien majete se fue a otra tienda a por todos los periódicos de anuncios y, mientras nos invitaba a un refresco, llamaba a los que creía que eran más baratos y mejor situados para nosotros. Al final no hubo resultados, pero la verdad que el chaval se portó con nosotros de lujo.

Después de andar durante un rato (y de discutir un ratico con la Vica por qué dirección tomar y demás), entramos a un supermercado y preguntamos al dependiente, el cual se estaba fumando una buena pipa detrás del mostrador. Este hombre fue a buscar a otro dueño de un restaurante, y este nos llevó a un edificio que tenía una pinta de nuevo que te mueres. Todo esto nos sirvió para comprobar que nuestro árabe ha mejorado ostensiblemente y que por estos lares hay edificios a la europea de lo más cucos.

La cosa es que después de negociar un rato (la verdad es que tampoco pudimos bajar el precio mucho), la señora Vica y uno mismo se han mudado a un pisito muy coqueto, con su salón, cocinita, baño y dormitorio, amueblado, con todo nuevo y por 240 euros al mes, un poco caro para esta zona pero aún así muy rentable para nosotros. Además, es la primera vez que vivimos juntitos en solitario, así que parece que esto va en serio!! (quién lo podía imaginar después de cinco años?)

Bueno, pues que ya estamos en Ammán. La idea es quedarnos aquí un mes (lo que dura el curso), conocer un poco más este país y volvernos a Damasco para finales de agosto, eso si no nos sale algo más por aquí, in sha allhá! Bueno, a cuidar esos higadillos, que el verano es muy castigador!!!

No hay comentarios:

Publicar un comentario