martes, 27 de octubre de 2009

Gastronomía árabe: de segundo, legumbres




A pesar de haber comenzado hablando de carne, tengo que dejar claro que si aquí se come algo en cantidad, eso es la legumbre. Como en Forrest Gump aquí hay pasta de garbanzos, sopa de garbanzos, garbanzos en ensalada, garbanzos en puré, garbanzos para picar cuando te tomas una cerveza… garbanzos… a todas horas.

Empezaré por hablar del “humus”, el cual muchos de vosotros conoceréis, pero que considero que se merece un papel destacado. Este plato típico en Líbano, Siria y Jordania, amén de otros países, es una pasta compuesta por garbanzos cocidos, tahina (pasta de sésamo) y aceite de oliva. La verdad es que es algo sencillo pero está muy bueno. Puede servirse sólo, con carne, con piñones o para acompañar otros platos. A veces también lo sirven con algo de perejil y ajo picado y, por supuesto, se come untándolo con pan, un elemento imprescindible en la cocina árabe, ya que no se come con cubiertos, sino con las manos usando el pan como utensilio.

El garbanzo también está presente en otro plato que se llama “fattet”, el cual se asimila al cocido español en cuanto a la “consistencia”. Se trata de una mezcla de garbanzo cocido, con pan frito y tahina, acompañado de perejil, aceite de oliva y piñones en cantidad y que considero uno de mis favoritos (en el youtube podéis ver la preparación porque seguro que me dejo algún ingrediente). En alguna ocasión, especialmente en Siria, hemos comido fattet con pechuga de pollo y está especialmente bueno, aunque con esto comes, meriendas, cenas, desayunas...
También muy típico y fundamental en la dieta árabe es el “falafel”, una pasta de garbanzos con perejil que se hace en rosquillas y se fríe. Se come en bocadillo o sólo con vegetales y, en algunas tiendas, lo hacen relleno de lombarda o pimiento. Muchas veces, lo comen como si fueran pipas por la calle, aunque tiene bastante más aceitillo... En un resturante verdaderamente típico puedes pedir el completo, que consiste en falafel, humus, fattet y ful, uno de los platos más típicos en esta zona de Oriente Medio.

El “Ful” está hecho con habas (enormes) y unos pocos garbanzos, zumo de limón, aceite de oliva, ajo, perejil y yogurth. Por supuesto este plato se come para comer y cenar, y en los restaurantes dedicados exclusivamente a él, que suelen ser pequeñitos y con no muy buena apariencia, es donde se come el mejor ful. De hecho en Damasco, detrás de la Mezquita de los Omeyas en la calle Kamariah donde nosotros vivíamos, está el mejor restaurante de la ciudad y por menos de un dólar se come fenomenal.

He de decir que las habas son un ingrediente clave también en la cocina árabe y que, además de cocinarlo de diferentes formas, se venden mucho por la calle para comerlas solas y calientes con limón, con el consecuente olor que esta legumbre maravillosa desprende e inunda las, ya de por sí “limpísimas”, calles damasquinas.

Por último y para no dejar de lado a nuestra amiga la lenteja, diré que lo mejor que hacen con ella es una sopa, que se sirve con pan frito y que está hecha a base de, como no, lentejas, bulghur (una semilla), cebolla, tomate, guindilla, yogurth y aceite de oliva. Muy buena y sabrosa. ¿Os apetece?

martes, 20 de octubre de 2009

Gastronomía árabe: de primero, carne




Aunque sea un poco tarde para hacer un homenaje a la gastronomía árabe después de tantos meses aquí, creo que se lo merece y, a partir de ahora, trataré de ir relatando algunas de las recetas y platos más característicos de estos lares.

En primer lugar y para deshacer el mito que todo español tiene acerca de los kebabs árabes (shawarmas), diré que el shawarma que se come en estos países nada tiene que ver con el kebab turco o paquistaní que comemos en las ciudades españolas. Hay diferentes clases, por supuesto, pero el tradicional sirio en bocadillo (no con pan de pita redondo) consiste en carne de cordero o pollo con ajolio (alioli) y algún trozo de pepinillo. Está muy bueno, aunque puestos a elegir me quedo con el turco, con carne adobada, tomate, lechuga, salsa de yogurth y algún otro ingrediente, que es más parecido a nuestra españolizado kebab y mucho más sabroso que el normal sirio o jordano.

En Jordania hemos tenido la oportunidad de probar otra clase de shawarma hecho a base de carne de cordero con muchas especias (entre ellas perejil) con tomate y cebolla cruda, el cual es muy bueno, pero es una bomba de relojería (Ismael puede dar buena cuenta de ello). Además, en estos dos países llaman kebab a la carne que hacen en barbacoa, presentada en pinchos morunos (ya sabemos de dónde viene el nombre) sobre un pan redondo muy fino y acompañada siempre de algún tomate, cebolla u otro vegetal a la parrilla. Y es que en esto de guarniciones y adornar los platos se llevan la palma, porque una que es una gran admiradora de la cocina española y en especial de la cocina de mi madre, sabe reconocer que aunque tuviera el peor gusto de mundo sólo por la presentación que hacen te entran ganas de probar cualquier plato que veas.

Ya que de carnes va el tema, diré que lo que más les gusta son las barbacoas y que se pueden pasar una hora abanicando el fuego con un trozo de cartón (por cierto, después de Navidad me voy a traer unos cuantos fuelles para hacerme rica) para hacer verduras, a veces pescado y, sobre todo, pinchos de carne, ya sean de pollo o de cordero, dando lugar a dos tipos; uno hecho a base de cortar trocitos y pincharlos en el palo y otro que consiste en carne picada de cordero con especias hecha bolitas y ensartada también. Además, también son muy típicas las salchichas de cordero especiadas.

Debido a que el cerdo está prohibido (¡cuánto lo añoramos!) lo que más se come es pollo, cordero y vaca. Diré que nunca he visto comer ni vender conejo, liebre o jabalí, y diré que nuca he visto un buen campo en el que pudieran vivir, o sea, que no es cuestión de no querer, sino más bien de no poder. Sin embargo, comer camello es muy común, ya que por aquí hay bastantes y muchas veces te puedes encontrar por la calle el cuello y la cabeza de un camello colgando en la puerta de una carnicería.

Para terminar diré que son muy típicos los menudillos de los animales citados, testículos, sesos, ojos, tripas y toda la casquería oportuna que se pueda aprovechar hecha en albóndigas, asada o en cocidos. Les encanta. En ocasiones debido a la buena presentación…

martes, 13 de octubre de 2009

¡¡ Viva Honduras!!
















Aquí va una de días nacionales, que últimamente están de moda.
El viernes pasado, la ciudad de Ammán celebró su cumpleaños. Nada más y nada menos que cien años que cumplía la muy coqueta. No es nada si lo comparas con las ciudades de alrededor (Jerusalén, Damasco, El Cairo y demás), las cuales se cuentan entre las más longevas del mundo mundial, pero a los de por aquí pues como que les hacía ilusión, así que de fiesta todo el día….

Para conmemorar dicha ocasión, los ammanitas montaron un desfile por el centro de la ciudad. Por una vez, se dejó de lado militares, carros de combate y demás parafernalia bélica, y ofrecieron al público, que era bastante numeroso, un colorido y divertido desfile en el que, década a década, se veían representados los avances del país, su evolución e historia.

Así, a lo largo de hora y media, fueron desfilando grupos de música (sobre todo con gaitas, jamás lo hubiéramos imaginado), estudiantes y jinetes. Desde la carroza que simbolizaba la llegada de la electricidad, a los beduinos y sus costumbres (base de este país junto con los palestinos), los deportistas, etc. Incluso profesiones como la de basureros, jardineros, taxistas (con los taxis incluidos) y vendedores ambulantes, que aquí son legión, recorrieron la calle principal entre los aplausos de la gente y los gritos de los gamberros que teníamos delante, dos jovenzanos que no perdían ocasión de tirarle la caña a toda chica que pasara desfilando cerca suyo, ¡ni una se libró!

Tras hora y media el acto concluyó (la verdad que fue entretenido) y mi señora y yo encaminamos nuestros pasos en pos de los del resto de asistentes. No teníamos ni idea de donde iba la gente, pero como hacía buen tiempo, pues nos dejamos llevar, y así arribamos, tras veinte minutillos viendo gente cantando y niños trepando en camionetas, a la parte donde se encontraba un escenario en el que suponemos que había acabado el desfile.

Las gradas se encontraban abarrotadas de gente gritando y cantando con banderas y demás. Todos parecían divertirse hasta que, visto que la gente no estaba por la labor de irse para casa, la policía cargó a “cinturonazos” para espantar al personal.

En un visto y no visto, la grada estaba desierta, y multitud de chiquillos y bigotillos púberes corrían en desbandada por la zona. Al principio nos llevamos un sustillo, pero luego ya se vio que tampoco era tan grave como parecía. Los chavales vacilaban, y los polis corrían detrás. Eso sí, a un par de ellos ya les vimos llevarse una buena hostia, con cinturonazo en la cara incluido. En fin, que así terminó la fiesta, y con las mismas nos retiramos al hogar, no sin antes comprar un pastel de queso, mmmm……

Después de ver a toda esta gente sintiendo los colores y desgañitándose por su rey (tan tirano como todos los de la zona, solo que éste “nos” cae bien y es amigo, por lo que se le deja hacer sin criticarlo demasiado), nos dijimos…”donde esté un buen Borbón narigón que se quite todo”, y ayer acudimos a la casa del embajador español en Jordania, que celebraba una recepción en su humilde morada (una choza de impresión con un jardín y una piscina que quitaban el hipo en la zona más cara de la ciudad), que por cierto se paga de nuestro bolsillo (más bien del vuestro, que yo cotizar, lo que se dice cotizar, poco…)

Tras los saludos de rigor, nuestras mercedes se adentraron entre la jungla de corbatas, americanas y zapatos de tacón en busca de un triste pedazo de jamón que llevarse a la boca –el cual, para desengaño de nuestro espíritu, no se encontraba por ningún lugar-. Ante semejante desatino, decidimos volcarnos en la degustación del vino tinto, del que dimos buena cuenta a lo largo de la velada.

Después, lo típico de estas veladas (es lo que tenemos los hombres de mundo, no nos impresiona ya nada). Himnos, discursito del embajador (para los interesados, fue en inglés y en tono de despedida, que se pira en dos semanas) y a seguir dándole al vinacho y otras bebidas espirituosas, que ya se echaba de menos una barra libre como dios manda…

Y así siguió la cosa hasta que nos echaron, eso sí, de buenas formas. Como siempre en estos casos, a echar la última a un bar (el primero decente que conocemos después de casi tres meses) y a dormir, que hoy había que trabajar. En fin, que celebramos como se debe la aniquilación de los nativos americanos hace más de quinientos años, aquello sí que eran epidemias y no esto que nos intentan vender ahora… Bueno, como bien dijo Trillo, flamante ex ministro donde los haya, ¡¡Viva Honduras!!

lunes, 5 de octubre de 2009

Analizando un periódico


Desde que llegamos allá por enero, normalmente no leemos prensa de aquí. Tanto en Siria como en Jordania, la mayoría de los periódicos están escritos en árabe, y dado nuestro nivel, solo ahora empezamos a entender algunos titulares y entradillas. Exceptuando una revista mensual redactada en inglés en Siria (Syria Today) y un periódico diario también en inglés en Jordania ( Jordan Times), pocos medios más tenemos a nuestro alcance para ponernos al día.

Por ello, a pesar de vivir aquí, nuestras fuentes de información clásicas continúan siendo los diarios españoles por internet, así como otras páginas de la web, sin olvidar los canales de televisión, en especial en de Al Jazzira, eso sí, también en su versión inglesa. Respecto a su calidad, la libertad de prensa y demás, ya os contaremos otro día, que éste es un tema que da para mucho y se merece una entrada para sí sola.
Y como estamos de periódicos, no queríamos dejar pasar la ocasión de comentaros la edición del 24 de septiembre del Jordan Times, el cual nos hizo pasar un buen rato el otro día. Por noticias curiosas que no sea…

Aparte de la política internacional, el futbol (están locos por la liga española…¡¡algunos hasta se conocen a los jugadores de Osasuna!!) y la situación en la zona, este periódico siempre suele traer alguna noticia curiosa, pero desde luego, este día se lucieron, ¡qué variedad!.

Se ve que no había muchas ganas de trabajar en la redacción, así que no se les ocurrió mejor notica para la portada que abrir con “El oficial de tráfico más famoso de Jordania vuelve a las calles de Ammán”. Acompañado por una foto del susodicho, el diario no escatima espacio ni elogios para la figura de tan singular personaje, que no duda en afirmar que “dirigir el tráfico es mi pasión y mi vida. Cuando el tráfico se vuelve difícil, yo me pongo muy contento y entusiasmado, ya que mi prioridad principal es ayudar a la gente”.

Tras deleitarnos con su biografía –estudios en la academia, primeros pinitos, cómo conoció al rey un día trabajando y su vuelta tras años retirado-, el periodista no duda en entrevistar a varios conductores ammanitas, los cuales sueltan perlas como la del señor Haddadin, que asegura que “cuando era joven, solía ir a Nasha (un área) solo para ver a Hazzaa (el poli) organizar el tráfico, a pesar de que yo vivía en Salt, que estaba muy lejos de la zona” u otro que afirma “ cuando él dirige el tráfico es como si bailara”. Pura poesía con casco y porra…

Páginas adentro, otra noticia nos salta a la vista. Por todos es bien conocida la situación de los palestinos que viven en Gaza, ese campo de concentración moderno al que ya parece que todos nos hemos acostumbrado. Pues bien, un reportero nos relata cómo el que quiere, puede. El tema de la noticia no es otro que el “tráfico” de coches por túneles desde Egipto a Gaza en la famosa zona de Rafah.

La cosa es que los palestinos, a falta de carreteras y fronteras normales, tienen que desmontar los coches en cuatro piezas, las cuales son llevadas una a una bajo tierra por los túneles, para luego volver a ser ensambladas en su territorio. Tras esto, queda un último viaje, el del motor, y cuando llega, se instala, se pinta y ya se puede vender el coche. Eso sí, salen caros a los dueños, que tienen que pagar el doble que si lo compraran en un país “normal”.

Tras esto, las noticias típicas (que por supuesto los medios españoles suelen ignorar): 12 muertos por tiroteos en Somalia, 11 en Irak, 17 en Túnez o el robo de un depósito de monedas con un helicóptero robado en Suecia.

Como nota final, dos apuntes más. El primero es que los fieles musulmanes jordanos no están dispuestos a seguir la fatwa religiosa dictada por sus dirigentes que aconseja cambiar los rituales besos en la mejilla y abrazos por simples apretones de manos para evitar el contagio de la gripe porcina.

La segunda cuestión, un breve, nos relata cómo la policía en Irán está llevando una campaña de alerta a los comerciantes para que no expongan en sus tiendas maniquíes sin hiyab (pañuelo) y con ropas que expongan las curvas del susodicho muñeco. Puñetero afán represivo, que están tan enfermos que tienen miedo de que hasta un cacho de plástico les ponga calientes…

En fin, que ahí queda este refrito noticioso. Como ya he dicho, la situación de los medios para la siguiente. A disfrutar leyendo….